miércoles, 30 de septiembre de 2009

Crónica de un impulso

Venía de una semana en crisis, real crisis. Esas que te dan ganas de gritar por cualquier cosa y te nublan la vista, esas que te incentivan a putear a todos sin medir consecuencias y hacer cosas que tal vez en otro estado no serias capaz. Llegó el martes, era un día nublado y bastante frío para ser Marzo. Uno de esos días que la cabeza me carbura a mil por hora y ya desde que me levanto se que hay anormalidad en puerta. De cualquier forma, estaba ansiosa sin saber porque, y a mi favor el profe se copo y nos dejó salir un rato antes.
Parada en la puerta de la facu, nerviosa, empecé a caminar en la dirección contraria a mi rumbo diario. Un par de cuadras más, el inconsciente me hizo frenar, su intención era que mi cuerpo llegara hasta ese lugar (Si, mi cabeza y mi cuerpo suelen funcionar por separado, genera varios conflictos). Entré, estaba bastante oscuro para ser mediodía, pero no me importo. Me atendió un hombre de un aspecto poco común al lugar, como muy formal. Me invitó a sentarme y yo le explique que quería. Por mi forma de hablar, se dio cuenta de que estaba nerviosa porque automaticamente me dijo que me tranquilice, que me podían atender en ese momento. Mejor, porque si tenia que esperar, seguramente me iba a arrepentir. Le pregunté cuanto me iba a costar y me dijo que si era rápido, aproximadamente iban a ser $100. Asentí con la cabeza y me dijo que lo acompañara a otra habitación.
Cuando llegamos había otro hombre, unos pocos años mayor que yo y algo mas informal, mas adecuado al lugar. Me pidió que lo espere en una especie de lobby porque tenia que arreglar un par de cosas y preparar tantas otras. No tardo mas de 5 minutos y me hizo pasar. Seguro estaba blanca como un papel de los nervios porque me dijo que me tranquilice que no pasaba nada. Me preguntó si era mi primera vez, y yo le dije que no, pero que estaba nerviosa igual, porque sentía que me iba a doler. Dandome la espalda, me aseguró que no dolía, que no tenia de que preocuparme. Cuando se vuelve para mirarme, me sonríe y con una paz increíble me dice:

- Ya estoy, cuando quieras desabrochate el pantalón -

9 comentarios:

  1. No entendí un carajo. ¿A donde fuiste? :S

    ResponderEliminar
  2. Decíme que era una inyección!
    Jaja.
    Gracias por pasar por mi blog. Sigo por acá! besos!

    ResponderEliminar
  3. Piercing, tatuaje, aborto, depilación.

    Son las opciones que se me cruzan en la cabeza. Jajaja. No creo que una chica pague por sexo.

    ResponderEliminar
  4. Para mi un tatuaje, no sé, digo, por el valor. Un piercing no creo que cueste eso, creo.

    ResponderEliminar
  5. Para mi que es una inyección(? un tatuaje o algo relacionado con la medicina

    ResponderEliminar
  6. Yo me la juego ... fuiste al ginecólogo? la pegué???


    te sigo che un beso

    ResponderEliminar
  7. Gael, algodones. Es verdad, todo parece un sueño.

    ResponderEliminar
  8. Me encanta tu blog :D
    Un besitooo

    ResponderEliminar